La moneda social es dinero creado específicamente para fomentar proyectos de ámbito social o ambiental, sobre todo a escala local. Es decir, esta moneda es creada para el fomento del trabajo y consumo local, empoderando a comunidades y colectivos determinados para conseguir objetivos sociales.
Este tipo de monedas, pretende facilitar el intercambio de bienes o servicios entre comunidades, sin tener que utilizar dinero tradicional. La moneda social no pretende sustituir a la moneda tradicional, simplemente desarrolla aspectos positivos que la otra no puede, dejando a un lado la riqueza.
Se basa en un mecanismo de beneficio mutuo entre los individuos que la utilizan. Esto le facilita la vida a las personas que tienen acceso restringido al dinero oficial. Además, fomenta las formas de consumo y producciones locales. Comunitaria (antes Wikibank), utiliza este tipo de moneda para favorecer a los barrios más pobres y fomentar la economía de sus comercios locales.
El dinero social, históricamente surge de las situaciones en las que había escasez o ausencia de dinero legal, a raíz de crisis o guerras que generaban situaciones económicas críticas en zonas geográficamente delimitadas.
Esto ocasionaba que las personas buscaran alternativas a las monedas nacionales, con la finalidad de facilitar al comercio el intercambio de bienes y servicios.
Por lo tanto, su objetivo no era sustituir la moneda oficial, sino complementarla para poder cumplir determinadas funciones sociales o económicas, que la moneda tradicional no podía. Es por eso que la moneda social, también suele denominarse moneda complementaria.
Las monedas sociales tienen muchos nombres, pero ¿son todas iguales? Digamos que se pueden distinguir 4 tipos de monedas sociales diferentes, que se utilizan de formas distintas, pero que al final todas cumplen la misma función.
Las monedas locales, como su propio nombre indica, se utilizan de manera local. Como hemos dicho anteriormente, esta moneda solo tiene valor en un lugar en concreto, beneficiando exclusivamente a los individuos de un pueblo, barrio o ciudad.
El beneficio fundamental de utilizar esta moneda, es que tiene un gran impacto el ámbito económico y social. De tal manera, que enriquece a los miembros que la componen sin que pueda salir del ecosistema donde circula.
Asimismo, estas monedas generan transparencia, y se utilizan exclusivamente para el intercambio de bienes dentro de la comunidad. En ningún momento permite hacer ninguna especulación o acumulación de ella.
Uno de los factores de éxito de esta moneda es su uso digitalmente. Esto supone una ventaja, ya que evita que puedan duplicarse monedas o billetes físicos, además de poder llevar un mayor control de la circulación de la moneda.
Para utilizar esta moneda digitalmente, Comunitaria utiliza una tecnología llamada blockchain de código abierto. A esto lo llamamos criptomoneda social de donaciones y se utiliza para hacer pagos móviles a los comercios locales de barrio a través de una app.
Como hemos mencionado anteriormente, las monedas sociales no pretenden sustituir la moneda tradicional. Simplemente se utiliza de complemento para algunos asuntos de ámbito social, en los que la moneda legal no se puede utilizar. A continuación, vamos a ver algunas diferencias significativas:
Las monedas sociales destacan por formar parte de labores sociales, ayudando a económicas locales y luchando contra las desigualdades.
Comunitaria es una empresa con fines sociales que utilizan la moneda social para hacer donaciones de alimentos frescos a las personas más necesitadas, impulsando a su vez la recuperación económica de los comercios de barrio.