La pobreza energética es un problema que afecta a muchas personas de nuestro país. Además, ya no solo es una situación que afecta a los más vulnerables, sino que se ven envueltas muchas familias.
Cosa que debería ser accesible para todos, como es la energía, es casi imposible para muchos. El simple hecho de encender la estufa en invierno supone un gasto que no puede ser asumido para muchas familias.
¿Pero que tan grave es este tipo de pobreza? ¿Quiénes son los más afectados? Te contamos todo lo que debes saber sobre la pobreza energética en España.
La pobreza energética se refiere a una situación en la que los hogares no tienen suficiente acceso a servicios energéticos básicos o gastan una gran proporción de sus ingresos en pagar las facturas de energía.
Esto puede incluir no poder mantener una temperatura adecuada en el hogar o tener limitaciones en el uso de electrodomésticos y aparatos que requieren energía, como la luz, el aire acondicionado u otros electrodomésticos. Esto afecta tanto a la calidad de vida como a la salud física y mental de las personas.
La Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética estableció medidas para determinar la situación y el avance en la lucha contra este tipo de pobreza. Se adoptaron cuatro indicadores principales propuestos por el Observatorio Europeo de Pobreza Energética (EPOV).
Este indicador permite identificar a aquellas personas que, a pesar de gastar muy poco en energía (menos de la mitad de la mediana nacional), podrían estar en riesgo de sufrir problemas de salud o exclusión social debido a su bajo consumo.
Este indicador surge como una forma de complementar las estadísticas que solo se centran en medir esta pobreza a través del gasto excesivo en energía (como el indicador 2M), ya que estas estadísticas no consideran a aquellos hogares que adoptan estrategias para gastar lo mínimo posible para evitar impagos o solicitar ayuda.
Este tipo de pobreza está influenciada por una serie de factores sociodemográficos y económicos, como el género, la edad, el lugar de nacimiento, la composición familiar, la participación en el mercado laboral y la situación económica. En particular, se ha observado que los hogares más afectados son:
Poder calentar un hogar en invierno no solo es una cuestión de comodidad. Esta situación tiene consecuencias más graves de los que pensamos. El frío afecta a la salud de las personas de tal manera que: